Soy ese pájaro blanco
que habita en arrítmicos pálpitos
pugnando por escapar
de tu cruel pico de ave ciega.
Un pájaro dulce y minúsculo
que desarma tus vientos y tus ansias de esplendor
en cada verso,
en cada impresión.
No teme tus lances,
ni siquiera tiembla ante tus arrugas;
tan solo
quiere…, quiero…,
una fuga, un escape, un tránsito
hacia tu eco dormido,
hacia aquel cerro virgen que un día fuiste.
¡¡Cuanto tiempo!!
ResponderEliminarMe ha gustado.
Que se cumpla esa fuga, pero no como evasión, sino como culmen exitoso de tu anhelo.
ResponderEliminarUn beso.
Espero que ese pajarillo blanco reencuentre su nido.
ResponderEliminarBesos,
Merche, preciosa esa metáfora espiritual del pájaro blanco, que quiere escapar a la libertad y volar por espacios amplios y plenos...Bella, muy bella tu inspiración, que nos hace reflexionar sobre nuestra propia identidad, nuestra propia esencia, que anhela la superación y encontrar la calma espiritual...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer. Espero que todo vaya bien, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Como anhelar un nido del que se partió y del que se descoonoce ahora el árbol donde fue creado...
ResponderEliminarTú lo dices tannnn bonito!
Besos.
ResponderEliminarMerche ¡¡¡ una delicia!!!
Dulce pájaro blanco
el viento acuna tus alas
y acaricia el pentagrama de tu vida.
La música acompaña tus versos
y tus ansias de libertad.
Dulce pájaro blanco,
Quiere aquello que quieras
y sin mirar atrás
toma impulso y vuela.
Dulce pájaro que por cantar vuela. Aleteo de amor, música y canción que arrebata el dolor del alma presa. Dulce pájaro, ilusión ciega que arrastra la pasión y en su nido espera. Dulce pájaro que asomado a tu balcón tu amor implora, reclama tu risa y su pasión revolotea.
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