martes, 31 de mayo de 2011

Hermanas



Hermanas, de la mano,
Prendidas eternamente por la hebilla de los genes
Y del amor.
Mi sombra, mi luz, mi testigo…
Su casa, su anhelo, su luna…
Tan alta, tan arriba,
En el fondo del cielo que miro ensimismada.
Verdad de la verdad de nacer
Y de la de seguir con vida.
Nexo de sangre que abona mi verbo,
Y de inocencias extinguidas, pero ciertas.
No cabe por mi puerta
El sonido de tu voz acompasada;
Ni tu bárbara música propagándose
A través de los ríos de espejo que posees;
Ni el inexpugnable y sólido núcleo púrpura
Abochornado de calor, de rocío,
De rosas perennes y  sueños de ninfa;
Ni la marea que, en revolución,
Transporta la quietud a dimensiones de otro habitado;
Nada cabe,
Tan hercúlea sales al encuentro de mis ojos,
Pero la abro, abro la puerta, cuanto puedo para ti.


sábado, 28 de mayo de 2011

Rivales invencibles



Me amarga la boca si te nombro.
¿Cómo hacer que el duelo 
se vista de risueña buganvilla,
para que vuelvan a andar las mañanas?
Limo mis espinas para no clavártelas.
Tu no tienes culpa
de que el viento y el sol,
el cielo y el mar,
conjugados en mi contra, 
se aliaran,
rivales invencibles
y enamorados de tus manos. 

martes, 24 de mayo de 2011

Me araña la vida



Me araña la vida en la cara
Y se ríe estrepitosa
En un escarnio altivo, despectivo,
Ante el cobarde paso que a mediodía forcé.
Y ahora, a medianoche, ya nunca amanece
Salvo en el cuarto de tierra que se levanta,
Madrugadora,
A acariciar las almas de los errantes.
Me domina el recuerdo
Y soy Antígona, miríada de polvo rebelde,
Sucesión de ojos cerrados que, en atropellado gesto,
Seducen mi realidad.
Y perezco sumida en el desenfreno
De un amor efímero;
De un amor
Que se abandona en mi propio túmulo, dejándose morir,
En abrazo eterno a mi pecho.
Soy Blanca, la de las hormigas,
La que riega de verso cantado y piel morena
Las patrañas del mundo,
La que enamora a un huracán con el abanico de sus alas,
La que sigue desapareciendo hacia ti
Mientras desciende, en escalera de agua clara,
Hasta otro nacimiento;
Un resurgir de tempranas verdades y sonrisas calientes
Por donde la dicha no logrará detenerse
Y se precipitará bailarina, en arrullo amasado con sol,
Hasta el colmo de los sueños, de los deseos sin pozo.
Soy Helena, sin Troya, sin Paris, sin fuerza,
Con esa belleza hilarante que hace sucumbir a la pasión
Y a la hecatombe de un gemido
Pero sola al fin, como origen de todos los males tachada.
Soy una desinflada Madre Teresa
Agarrando entre sus manos desgastadas
Fragmentos de brazos que se quiebran,
Abrazando estómagos necrosados,
Ahogando gritos de desesperanza con insistencia
Para que nada haya cambiado,
Para que el Nóbel de la Paz
Sea también captado por el poder del poder.
Entre cadáveres soy Agustina,
En los sitios, corazón señero y amedrentado
Por visiones pavorosas que endurecen la garganta
De los que ya no lloran.
Y disparo un cañón de dolor, de pesadumbre,
De desidia y desgarro,
Con el fuego de mis ojos
Con la lucha latiendo en mis manos
Extendiendo oleadas de martirio,
Fogonazos que dan paso a un plano subyacente.
Y la vida sigue empeñada en su mofa, me ha superado,
Sea quien sea,
Escoja la identidad que escoja,
En patético intento de enredarla,
Obviando que, tan sólo…
Tan sólo debería dejar de ser su esclava.

jueves, 19 de mayo de 2011

Necesito árboles




Necesito árboles,
Necesito bosques,
Preciso volar entre hojas verdes
Y que las copas de los pinos
Acaricien mi silvestre vientre al pasar sobre ellos.
Ansío ver las nubes a través de un sendero
Plagado de pétalos vivos
De sépalos amantes
A ambas orillas.
Necesito agua,
Agua de mar, agua de río,
De lluvia, de nieve blanca de la montaña.
Anhelo el terciopelo de un prado
En mi retina.
Necesito huellas doradas en la luna,
Horizontes rojos, azules, anaranjados.
Y deseo estrellarme en las estrellas
Siempre que quiera.
Árboles, nubes, agua, horizontes, estrellas…
Y tu mano…
Y el viento…


martes, 17 de mayo de 2011

Nunca regresas




Nunca regresas
Del parque de las alas,
Enrevesado espacio de mariposas;
Nunca te acercas
A soplar en mi herida.
Yo sola curo,
Yo sola cicatrizo,
Mientras no me piensas,
Mientras no me recuerdas
                                               En tu gélido valle ausente de tonos y memoria.

sábado, 14 de mayo de 2011



Alguien me sonríe

y puedo escuchar

el alegre bailoteo de sus pies

dentro de mi estancia serena.

No hay cantos ni guijarros

clavándose en sus plantas

porque los dedos, tan sabios,

 los sortean.

Hoy amaneció la mañana

plácida de lluvia rosa;

hasta las alas de una mariposa
                            
                               disuelven sus colores en el centro de sus labios. 

     

martes, 10 de mayo de 2011

Hoy



Hoy
No me reconozco.
Voy absorbiendo sin pausa
 El paso de una edad atormentada.
No distingo a la que fui
Entre tanto cachivache inservible,
Entre tanta vulnerabilidad.
Enfermo de angustia si no me veo,
Si descubro que tomé el timón de un barco
Que no me pertenece.
¿Quién se apropió de mi casa, de mi vida,
y de mi enfermo soñar
mientras  me arrastró la inercia pretenciosa?
Quiero regresar a mi sagrado rincón
Que jamás permuta,
A aquel que permanece inalterado,
Inaccesible al escarnio.


lunes, 9 de mayo de 2011

Huele el cielo a tu alma



Huele el cielo a tu alma
Y trae el aroma de la integridad sin aditivos.
Huele el cielo a rocío de amor condensado,
A horno caliente de infancia,
A pulso veloz y acaballado
Que no consigue detener su pálpito.
Tu mar me apresa en  abrazo seco, sin agua;
Solo la espuma me roza zalamera
Hasta hacerme gemir al recuerdo.
Huele el cielo a leche desnuda,
A cabriolas de golondrina de mayo,
A miles de impulsos que soslayan el control de mi mente.
Y, de esta libre cascada de aromas, me impregno
Hasta casi ahogarme,
Por obviar expirar
En el obligado movimiento rítmico
De una respiración.

viernes, 6 de mayo de 2011

Me transporta




Me transporta
En la bolsa de los años,
Un sutil aroma de camomila
Y baño de plata,
Al momento oscuro de una tarde,
Colgada en el templado vidrio de una ventana.
Mi iris reflejaba las hojas y pámpanos
De una parra vecina
Sobresaliendo, en bravo crecimiento
-contraposición del mío-,
Por encima del portalón trasero.
Dentro, mi tía Julia
Cosida a su ganchillo,
En bouquet sobre red de florecillas
Y grecas en cadenetas de base,
Contaba historias de antaño, de más antaño.
Voz fuertemente timbrada
Y pasamanería bicolor.
Voz de mujer que extiende su manta croché
Y te cobija en ella.
Mi sonrisa infantil
Tiene hoy cuarenta y cuatro mayos.
Su voz, ochenta y dos.
¡Como llega a turbar el recuerdo de un aroma!


martes, 3 de mayo de 2011

A mi querida existencia II



¿No te basta con ser el ser, con ser su ser
y abrazar su alma de tiniebla arrugada?
¿Por qué te incomoda que rinda homenaje
a una existencia, a esta existencia
que va llegando a una meta
que, aún sin haber vencido a nadie,
merita de un arrullo entregado?
La proclamo reina, erudita y soñadora
Y le impongo corona, bandera, estela;
Le impongo toda la música escuchada a lo largo de los años,
Le impongo quererse
Ya que nunca supo cómo hacerlo.

Y ahora viene a mi encuentro
Mansa, suave, agradecida,
Espigada tras mi examen
Feliz de haber sido evaluada
Y cansada de no responder al misterio de una fecha.

A seguir en procesión de sucesos,
De vida, de letargos.
A seguir mientras la farola alumbre,
Mientras el aire entre y salga
Untándose en rebanada sobre el pulmón ansioso.
Quiero verla en espíritu
Y en tuétano.
Quiero tomarla por los hombros desde su espalda;
Oler su frío, insegura sin remedio;
Jugar con la psicodelia punzante de sus oídos,
De su mente
Estrechando túneles de luz a velocidad rayante,
Agarrándose a mi esquina,
A su esquina,
Para no voltear en la nada
O en la escasez de cordura;
Vislumbrar su afán de descifrar el encriptado
Y conocer el fondo del recuerdo
Que tanto duele
Mientras, siempre él, sostiene mis desgarros
Y rocía de bálsamo todo lo que debe seguir creciendo,
Elevándose, caminando, recogiendo, avanzando, existiendo;
Mientras, siempre él, se agota en un revés,
En el plano perpendicular a la sangre;
Mientras deja abierto un punto de unión
Que un buen día será su casa y la mía,
La eterna, la perenne,
La que llega tras el crepúsculo bermellón.