jueves, 1 de mayo de 2014

La vida





Ella no se va
ella está viniendo inagotablemente.
Sale al encuentro
rotando en eclipse acompasada
por mis zodiacales versos,
a través de primeros llantos,
de primeros besos,
de primeras pérdidas.
Se asoma impetuosa
estrangulando su poquedad
para danzar en la cúspide
de amaneceres sin tregua.
Resiste siempre
 en todos los cuerpos sin nombre
que van tejiendo la Historia.
Nunca se va,
viene eterna, indisoluble,
empujada, avasallada incluso,
por el sólido tiempo.