Lleno papeles en blanco
de eclécticos signos insubordinados,
sin orden ni alineación.
Toman el mando, me arrastran
en la locura de su ímpetu salvaje
y pululan, fantásticos,
en los renglones de mi perturbación.
Vuelan y llueven palabras,
las veo, giran abultadas
mientras se vierte noche en mis apéndices
Merche, muy inspirador tu escrito, amiga...A veces la palabra tiene vida propia y toma el mando, nos lleva por delante, nos empuja, nos impulsa, nos inspira, nos conduce a otros mundos desconocidos y quedamos hechizados y conmovidos, sin entender muy bien lo que pasa...Mi felicitación por esa intuición, que va más allá de la realidad...Mi abrazo grande y mi ánimo siempre, poeta y amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Y los papeles en blanco se vuelven historias donde las letras pugnan por ver la luz, estoy convencido que tú lo consigues.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo,
Me ha encantado, es una preciosidad.
ResponderEliminarHola Merche, primero disculparme por el tiempo sin venir a visitarte y leerte y segundo darte las gracias, gracias infinitas por todo el apoyo y aliento hacia mi blog, dentro de poco saco libro y ese sueño te lo debo a ti y a los amigos que siempre me habéis apoyado. Un beso enorme.
ResponderEliminar"Se vierte noche en mis apéndices", me parece un verdadero hallazgo, un apostrofe con el que redondear el poema.
ResponderEliminarBesos.
Eres tú el dueño del poema o el poema se adueña de ti: no hay más opciones. Es un placer reencontrarte en esta lectura, amiga.
ResponderEliminarUna alegría volver a leerte querida Merche.
ResponderEliminarBelleza, profundidad, sabiduría y ésa cuota de calidez que se derrama en cada verso.
Un fuerte abrazo.
Siempre te recuerdo con mucho cariño.
Soy un papel
ResponderEliminarUn papel blanco
Un papel limpio y suelto
Puedes escribir sobre él
Espero el rasgar de tu pluma
Un manantial de historias
Que adornen mi palidez.
A veces, muchas veces,
Soy soporte de dolor, de llanto,
Otras, de lágrimas enamoradas
De risa y encanto,
Demasiadas veces de frío y rencor.
Soy papel blanco
Que espera la alegría de tus versos
Tu impaciencia y a veces
Tu descarnada soledad
Soy papel blanco,
La delicada placidez de tu tinta
Me atrae
Abandono mi soledad
Y el olvido
Muchas historias, se arrastran conmigo
Renglones a cientos, ocupan su sitio
Ya no soy papel blanco,
Soy mensaje, alegato
Soy libro.
... si el resultado es cosas como esta, un consejo: mientras aguante el apéndice déjalos correr.
ResponderEliminarbesos.
Bello tu poema Merche!
ResponderEliminarBesos y abrazos
con todo cariño.