Existe el ácido sulfúrico,
el ácido acetilsalicílico,
el ácido bórico.
Existe la acidez estrella del limón,
la acidez en el estómago,
la acidez de unas palabras.
Existen los ácidos, las anfetas,
los crápulas opiáceos y sus ácidas consecuencias.
Existen los accidentes ácidos,
los perfumes y los vinos ácidos,
la lluvia ácida.
Las ácidas despedidas existen
y también las disputas ácidas.
Existe el ácido aliento
que me provoca tu palpable hipocresía,
el que viene motivado por tantas mentiras
y trenzados recovecos
de la ególatra empedernida que escondes.
Existen ácidos pasajes de la vida
que nos recuerdan
de qué estamos hechos
y en qué podemos repararnos.
La vida en sí es ácida.
ResponderEliminarY todos tenemos un poco de esa acidez. Algunos más que otros, está claro, pero ciertamente vivimos rodeados de situaciones que nos abrasan por dentro.
Garganta, cuerpo, hasta la piel.
Besitos mediterráneos.
Algunos acido son mas dolorosos que otros
ResponderEliminarUn abrazi
La vida tiene mucho de ácido y de dulce, la idea es evitar los episodios que nos provoquen molestias en el estómago.
ResponderEliminarUn abrazo Merche, tiempo que no te visitaba.
Existen los poemas ácidos desprendiendo acidez en sus versos,que venidos de un dolor ácido,tenían que salir expelidos para no dañar más los recovecos internos...
ResponderEliminarY siempre grandes tus versos,vengan como vengan,que lo sepas.
:)
Besos dulces para matar acideces.
También existen los dulces alientos, las dulces palabras y los dulces hechos.
ResponderEliminarEspero que los encuentres.
Besos,
Imagino que conoces el remedio, pero te lo recuerdo, contra tanta acidez, una base para contrarrestar: bicarbonato sódico y sentido del humor.
ResponderEliminarBesos.
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ResponderEliminarTodo un compendio de ácidos, ciertamente. Pero la vida es un concierto lleno de instrumentos opuestos, de contrapuntos, de contrastes... El juego entre esas oposiciones permite, entre otras cosas, la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Merche.
Hola Merche, me alegra ver que sigues posteando, te había perdido la pista entre tantos amigos seguidores.
ResponderEliminarPues genial...un poema muy ocurrente. Sí que hay ácidos en la vida, pero algunos pueden ser beneficiosos, nos hacen más humildes para encajar lo desabrido y ser más dulces. Siempre se aprende.
Un gran abrazo
Sor.Cecilia
Existe la luz que alumbra
ResponderEliminarla sublime tinta de tu pluma
Existe un ardor que alimenta
tu sentimiento henchido de dolor
Existe una risa enmascarada
Que transita pasillos sin color
Existe el brazo compartido
que apoya sublime tu valor
A lo lejos refleja el horizonte
a todos que miran sin rencor
la envidia quema la conciencia
de aquellos que viven sin pasión