Se cuela en toboganes de sol
Mientras gira con el volátil viento.
Singular espectáculo
Nunca antes registrado en mi memoria climática,
Nebulosas congeladas en tiovivo errante,
Ni en mis evocaciones más dulces.
Abro la boca
Río libre, respiro cierzo gélido que detiene la sangre impactada.
Abro la boca
Y masco el hielo del cielo
Que viene a mojar mi lengua asomada a la algarada.
Impulsada al desencanto;
Capaz de aceptar por bueno el negro;
Capaz de trocar en oro el dolor y la pérdida,
La cana en beso jugoso,
Miro la nieve de marzo
Como lluvia dorada,
Brillando tras el cristal del dormitorio,
Y te veo en cada destello…
¿Qué vienes a decirme?
La última nieve de primavera no siempre es bella
A veces, trae tintes que inflaman gargantas.
Abro la boca
Y masco el hielo del cielo.
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Las puertas de mi granero siempre abiertas para vosotros