Introduciendo el pezón
En mi sórdido y tirante corazón
Lo amamanto.
Leche de sueños, de perversas emociones paralelas,
Leche de historias inventadas
Que revientan el centro del equilibrio.
Amor de niña, amor trucado,
Tiempo pasado.
Amor de mujer, amor detenido,
Tiempo sin vida,
Tiempo que llora intermitente
Hasta arrancarse los ojos y lanzarlos lejos
A donde sean ciegos por siempre
Haz fardo con lo que sobra,
Con la ceniza de un ayer intacto,
Y viértelo en el Jalón
Para que corra y se esparza
Entre el musgo de las húmedas piedras.
Hora de empezar a ser mayor,
Camino espinoso para sabuesos
Que ladran cansinamente al matorral.
Hora del destete.
No queda más remedio que ir madurando, ¿o no?
ResponderEliminarY Darnos cuenta.
ResponderEliminarBesos dulces.