No consigo quitarme
El aire trasnochado de un tango.
Me rezuma la penumbra por la boca,
Y de recios muros
Crecen celdas en mi plétora.
No sé luchar contra tanta miseria
-irrigación de fariseas úlceras-
Contra tanta duda de esclava sumisa,
Contra dientes que se perfilan en las noches,
Que se afilan para los días.
No sé;
Y la inercia se me lleva la conciencia
Publicando páginas de vida inane.
No consigo quitarme el aire trasnochado de un ser
Repleto de vino y sucias camisas.
Un tango
Es un borracho que se muere todos los días.
Pero hay que bailarlo, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando bailaba contigo
ResponderEliminarsentía el calor de tu cuerpo
mi alma dormida se despertaba
en el fragor del baile
mi mano abrazó tu cintura
tu labio sobre mi labio
y la caricia de la noche
nos llevó hasta el alba.
Cuando bailaba contigo
ResponderEliminarno había noche.
La luna se paseaba
de la mano del océano
por un fondo plagado de versos.
Hola guapa buenas noches ::
ResponderEliminarVeo que has cambiado de formato en tu pagina ,, creo que esta esta mejor , la otras estaba bien pero con el color azul se leía peor ,, solo entro a darte las buenas noches
besicos ,, y pásatelo bien en La Almunia ,,
Alfredo, me ha encantado. Miguel Serrano Larraz es un autor sensible al que le gusta escribir sobre temas que a mi también me llaman la atención, como la muerte, la incomunicación o el sentimiento de culpa que a veces nos embarga.
ResponderEliminarUn beso.