sábado, 12 de febrero de 2011

3 Te quiero tanto


Te quiero tanto, mi vida,
Que ni mi boca, untada de vino por ti,
Puede callarlo ya.
Te quiero tanto
Que hasta el gorrión que siempre observaba
Púsose a trinar y juega al despiste
Para evitar la nostalgia instalada en mi urbe,
Tan desgranada, tan derrumbada,
¡Cómo te quiero
en el misterio de la lumbre del horizonte
cuando el sol, desanudando las pestañas,
está abriendo sus ojos todavía!
¡Cómo te quiero en el negro estampado de luna,
de halos y estrellas sumidas en la llantina del viento!
Te quiero tanto, mi vida,
Que te resucito a cada momento,
De noche y de día,
Para beber en la fuente del ensueño
Y olvidar que aún hay vida sin tus tizones encendidos,
Sin que tus ojos negros
Salten alborozados al encontrarse con los míos.

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Las puertas de mi granero siempre abiertas para vosotros