Amiga, mar
Mota blanca que trae el viento del norte
A las manos
A las quimeras;
Agua que mueve el molino de mi sustancia
Y la arrecia
Dándolo todo con la capa puesta,
Hay penumbra, no te veo.
Eres camelia anudada a mi jardín de madera,
Sobrevives al rayo
Y a la lengua afilada de un guijarro,
Hay penumbra, no te veo.
Haces trizas del agobio en un susurro
Y lo propulsas hacia arriba.
Siempre subes, siempre me subes,
Hay penumbra, no te veo.
Sostén, vara, cayado,
Se me esparce la apatía en tu puntal,
Y no cejo
En el empeño de salvar negros tizones
De la peculiar brasa que es el orbe aguijoneado
Que veo a través de mi ventana.
Arrío el ancla por ti,
Hay penumbra, no te veo
Porque no quiero mirarte
Con los ojos de ver al mundo, al resto del mundo.
Te digo, me dices... nunca se acaba lo que tenemos que decirnos.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Bueno Merche...tu poema realmente me encantò, creo que la cosecha comenzarà antes de tiempo.
ResponderEliminarbienvenida a mi espacio que ya es el tuyo.
Una belleza de versos èstos ùltimos me parecen la esencia de todo el contenido.
..."Porque no quiero mirarte
Con los ojos de ver al mundo, al resto del mundo".
abrazos.
Adriana, me alegro de que lo veas así porque es realmente como lo siento.
ResponderEliminarAbrazos sin parar.
Precioso poema amiga Merche,
ResponderEliminarSiempre es un grato placer pasar por tu casa.
que tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
Gracias Ricardo, lo que es grato de verdad es abrir mi blog y ver vuestros comentarios.
ResponderEliminarFeliz "finde" también para ti.
Colocas al lector frente a esa ventana mirando hacia allá, hacia la oscura rosa de la mar; lucha desigual que sostienen la amargura y la soledad, el desencanto y un lector que quiere escapar de esa sensación de añoranza y alto lirismo. Todo es en vano, sólo la sensación de angustia acompaña al lector, al retirarse.
ResponderEliminar¡Lo has conseguido! Has logrado conmover a este lector.
Un gran abrazo.
Julio, tú siempre tan amable conmigo. Siento haberte entristecido, tendré que rebuscar algo que te haga sonreir y evitarte cualquier tipo de angustia.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me colé
ResponderEliminarcomo un extraño
en este mundo
de plumas felices.
El vuestro
vuestro mundo
que cada día se asoma
y sin reblar
desgrana el dolor
la risa, el amor
el orgullo, la pasión...
Y mientras..
mi corazón palpita
y con asombro
teje en su interior
ríos de admiración
de gratitud
hacia tanto talento oculto
que rebota
para cantar a la vida
¡¡¡aquí estoy¡¡¡
Fernando Carnicero
Gracias Fernando, sé que tienes problemas para publicar comentarios y me has pedido que ponga esto de tu parte. Muchísimas gracias por tu escrito y por estar ahí.
ResponderEliminarUn besazo.
Un poema magistral de alto lirismo. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarUn beso también para ti, Alma. Ahora mismo me voy a ver (o a escuchar) tu último poema.
ResponderEliminarA veces no es bueno poner las expectativas tan altas en alguien, así el porrazo y el dolor no es tan grande.
ResponderEliminarUn placer visitar tu casita, y por supuesto eres bienvenida a la mía.
Un besito.
Muy bonito. Me ha encantado.
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Ion, podría ser lo que tú dices pero hace tantos años de esta amistad que quiero confíar ella, y porque además, sigue un proceso evolutivo siempre en crecimiento. Te deseo que encuentres una así y que la disfrutes de verdad.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Pérfida, gracias por tus palabras y me alegro de gustarte. Un abrazo.