viernes, 27 de marzo de 2015

Fernando Sarría





Contemplar es derivar hacia dentro el mundo...
me muevo en este silencio que trae el viento
-- soy como una nube o un pájaro --
que me deja la sed de los días fríos,
los que reservamos en el calendario con una cruz roja 
y que son una soga tensada donde permaneces exhausto,
agotado pero todavía vivo...

f.

Un gesto a Fernando Sarría por dedicar una semana a mis humildes versos en su: 


lunes, 23 de marzo de 2015





Háblame de tu éxodo,
de cómo te fuiste, solo y sin advertirme,
después del amanecer.
Cuéntame cómo cruzaste a ese orbe
 de luz enamorado,
cómo las hojas decían tu nombre en el trayecto
y encelaban mi corazón.
Dime si los sueños se cumplen,
si seguimos dilatando las horas,
o las esencias,
si todos somos, en verdad, incombustibles
o estamos hechos de brumas fugaces
sin control, sin nitrógenos
ni otro tipo de química alterna.
Pon en mí tus ingénitos conocimientos,
que reposen, que se fundan
con la alquimia de la tierra por siempre.
Vérsame, ilústrame,
y permanece en mi penumbra
hasta que mi estancia en este contemporáneo siglo
toque a su fin.
M/M

  

domingo, 8 de marzo de 2015





Enmudezco.
Detengo los vientos que empujan mis lindes
y aminoro la marcha de tan estériles latidos.
Voy a ralentí,
observando expectante
el desarrollo púrpura y gastado de mis aurículas.
En esta deliberada hemiplejía del órgano padre,
sin células madre que me ayuden a avanzar,
abro los ojos, las manos, las puertas
y gimo lejos de los demás.
En mis sollozos se acaba la noche,
despierta la hierba joven, tierna,
lanzando una tregua a mi laxitud
y sigo la línea de mis labios negros,
deformados de letargo
hasta que llega, lenta,
la primera palabra
con toda la sangre atrasada bombeándome.

M/M