sábado, 5 de julio de 2014

VEN






Si vienes luego…, al atardecer,
meceré mi cuerpo para ti
desatando en el aire
insurrectos y pecaminosos versos.
Te mostraré la flor de mi piel,
tibia, inundada de amor,
con los poros abiertos en frenética espera.
Si vienes luego
abrazaré tu aroma a noche
y a sábana ciega;
mis labios te invitarán entreabiertos
al desfile de besos en fuga
que, a través de años vacíos
y absurdos errores, escaparon.
Tu ven,
que si vienes luego,
perlada de sal e incandescencia
bulliré etérea, mimosa, inesperada,
entre tus muslos atónitos.
Si vienes
 te daré sueños para sentirme,
armas para tomarme,
luz para prender cada rincón de mi deseo.
Si vienes
no habrá silencios;
desde mi cama agitada
romperemos la luna en aullido enajenado.
Seremos lobos
pintando círculos de amor y de carne
al mirarnos a los ojos ávidos.
Si vienes luego…

Merche Marín