viernes, 20 de abril de 2012

Mejor callar mi pluma...




Escribir hoy
es como llenar el blanco de un futuro
de negro vómito desestructurado.
Es como expulsar
pedazos de hígado
en cirrosis malévola de sueños.
Mejor callar mi pluma,
mejor que la escarcha
se instale en el buzón
 de mi pétreo correo.
Mejor no pensar, ni sentir,
ni remover, ni inquietarse.
Mejor callar mi pluma, cuajada de espantos.
Mejor callar mi pluma
y beber, por un tiempo,
de los ríos subterráneos del clasicismo
-eternos hados misericordes-


Queridos amigos, me despido por un tiempo por asuntos personales. No ocurre nada concreto, es tan solo un descanso en una época de demasiado movimiento en mi vida. 
Vuelvo enseguida...

 




sábado, 14 de abril de 2012

Otro vals de la luna





Son las seis.
Amanece en tus alas la mañana
y mi párpado inicuo, hiriente,
muestra las arrugas de la rutina
colgadas en mi dormitorio.
Agua fresca en mi piel
-carro de helechos palpitantes-
resbalando hacia las bocas
 que todo lo beben.
Zumo, mermelada, leche y prisas
dentro de una blusa semiplanchada;
palidez sempiterna, fría, en el alma
y niñez en las manos.
 Otro vals de la luna
con sabor a requiebro.
Otro vals de la luna
ungida en fragancia eterna
de vainilla y bosque despierto.



sábado, 7 de abril de 2012

Ausentarme de mí misma






Quiero ausentarme de mí misma
viajar hacia otros
con el rostro limpio
y le tez enamorada,
signos faciales de placidez.
Quiero que fenezca el trecho
del que, de un hilo,
penden mis días,
que vuelen las vanidades,
que desaparezcan íntegras
y plena de otros
disipar el misterio
de tanto verso libre.
Quiero callar la primera persona del singular,
dejar de ser singular,
asexuarme en la palabra
indefinirme, extasiada de  otros.
Quiero viajar hacia otros
henchida de otros
cansada de un yo reiterado
montado en el universo.


martes, 3 de abril de 2012

La llave



En lo alto de mi condena
está la llave,
la que abre vuelos y vidas,
la que abre amores en todos los tiempos.
Allí, en abanico de té naciente,
en ese instante clave de luz,
resucita el alma
para bailar sobre todas las rocas
al saberse amada por siempre.