domingo, 29 de enero de 2012

A ratos




A ratos,
suelto mi pantera negra
para que cubra con sus dientes
tu reto.
Y me pierdo en ella,
me dejo engullir
por el salvaje crepitar de las llamas de sus ojos.
Y ya
soy la seductora que derrama,
en el revés del alma,
toda la linfa del oro exprimido
toda la carne de un íntimo crepúsculo.
No hay forma de atarme…
…de atarla.
La libertad la absorbe
y tu vientre se le hace pequeño,
demasiado pequeño
para su colosal anhelo de felina sin límites.
A ratos,
suelto mi pantera negra
y me permito ser yo.


viernes, 20 de enero de 2012

Rebeldía

 
 
Rebeldía en sus soplos que azotan,
que borran sonrisas que un día modeló a su antojo;
rebeldía en el baile de la ramada
mientras el color de la inmensidad,
en plena desaceleración, se conceptúa, se aplana;
rebeldía hacia túnicas que alcanzan cotas inusitadas
mientras tambores y cornetas encienden corazones.
Música diáfana 
que recorre el espinazo,
que llora desgarrada por la injusticia que nos salvó.
¿Qué Mesías habría de venir ahora?
¿Cuántos tambores tocarían por él?
¿Cuántos mundos volverían a constituirse?
¿Cuántas guerras en su nombre?
¿Cuántas riquezas
honorables serían más sagradas,
que un ser humano negro sin ojos, sin boca, sin manos, sin madre?
Ensordecedor unísono que clama sacrificio,
sacrificio idiota, sacrificio inútil,
que solo resuelve a egos enfermizos.
Los mocos cargados de moscas no son lo nuestro.
Nosotros solo tocamos el tambor
agradecidos por cada gota de sangre en el nudillo,
llevando  al dios que hemos dibujado,
en el saco del delirio.

domingo, 15 de enero de 2012

¿Cómo medir?



¿Cómo medir la pureza del alma?
¿Hasta donde princesa y hasta donde villana?
Se alborotan las ideas, se acogotan lastimeras,
no saben medir el candor.
Veo frentes limpias, que me miran a los ojos
y aún así nadan en la mentira
con la alegría de la jota de mi reino.
Otras que casi pegan en el suelo, 
tan tímidas,
tan infranqueables,
cerradas con la llave de la prudencia,
a priori aptas para la traición
mas descubres el sol bajo su piel sin pretenderlo.
Veo frentes que denuncian podredumbres
sin olerse sus propios huesos, 
encarroñándose,
sin percibir sus cráneos horrendos
supurantes de cochambre e inmundicia.
¿Cómo medir la pureza de una mirada?
¿Cómo saber, sin conocer las acciones, 
si dar paso a la aventura 
de ungirte en otro ser humano?
¿Cómo deshilvanar un corazón para poder leerlo por dentro?
¿Cómo descubrir si mi alma obtuvo méritos suficientes
para deshacerse en tu vientre,
derretida en mil texturas,
mientras besas mis labios húmedos?
¿Princesa o villana mi alma?
No hay centímetros de amor,
ni gramos de inocencia.
No hay grados para medir la ternura
ni litros para el desgaste emocional.
No hay tasas, ni segundos,
ni fórmulas físicas, químicas, ni mágicas
para hallar el perímetro ni la altura,
ni el área, ni la apotema
de la pureza de nuestro patio interior.
¿Princesa?, ¿villana?
Ser humano vagando, divagando.




lunes, 9 de enero de 2012

Como agua



Como agua que gotea en la gruta de la cordura,
como ave que acomete con su pico al reír de las estrellas,
como ojo que atisba en el sagrario de tu cuerpo,
como niña dormida bajo el árbol de los sueños,
así me difumino en la empresa de la vida.
Así me esparzo, molécula a molécula,
brizna a brizna,
entre periodos de cantos
y el sabor de la primera manzana,
la de Eva.
Así, tan efímera,
está la duda del que muere como yo,
sin conocer el rostro de un mañana sin tierra,
sin aire, sin dedos.
Como insecto de miel y caramelo
que se posa en el pasado,
como el eco de un tañido de campana
a los pies de una ermita ennegrecida,
acosada por la hiedra, temblorosa.
Como el prehistórico ámbar olvidado, erosionado;
como un rayo que fulgura y se va

hacia el mar
o hacia arcaicas nebulosas perdidas.
Así desaparezco, así me volatizo
con legiones de escándalos torpes que se tornan invisibles.
Así, como el llanto de la recién nacida
que un día fue la abuela que abracé
entre arrugas de cariño,
así se va perdiendo mi fragancia
día tras día
entre los pliegues del tiempo.