jueves, 31 de marzo de 2011

Está aquí



 Está aquí,
Notoria oleada de disparate;
Está…
Se halla en la tinta de todos los colores
Del imposible,
En la verde ladera que desciende trasnochada
Hasta gargantas arrasadas de espuma blanca.
Se halla en la nube que susurra al bienaventurado cerro
Y en la reserva de profundos efluvios
Que disipan la niebla de una locura inminente.
Yo lo siento cuando camina a mi lado
Acunando los guijarros del alma,
Escanciando su saliva en un fértil valle astur,
Inacabado, siempre creándose,
Siempre naciendo,
A veces, aguijoneado por góticas saetas negras;
A veces, entregado al agua
Del inmortal sudor de su gente.
Está aquí, entre nos,
Sin pena ni gloria en su bagaje
Pero con todo el sonido audaz de un alarido
Manifiesta mano protectora
Va acariciando las menudas vivencias
Que aún sobreviven a la cruenta termita
Que reside en mi memoria.

martes, 29 de marzo de 2011

A caricias agoto mi tiempo




A caricias agoto mi tiempo,
En palabras, en versos, en roces,
En lenguas enroscadas a un pálpito
Y perfilo el segundo
Con tu voz,
Para vivir de nuevo aquel perfume
Que, en el pomo de tu aliento, encontré.
A caricias lo agoto
Mientras se mece el orgullo, anciano canalla,
En el buque del presente, anciano canalla.
Lo agoto, lo apuro con bonanza
Dejando el relajo en una copa, ahí,
En el margen de mi sueño enfermizo.
Y vuelvo a gozarme de lisonjas
Domeñando las espinas incendiarias,
Que son bálsamo, aceite, para la herrumbre oxidada.

sábado, 26 de marzo de 2011

Así es, así va


      
    Imperecedero
Hasta que los dos perezcamos,
Así es este amor, sin cansancio,
Con el palpitar de un estómago enloquecido
Entre carbones y fósforos
Que no llegaron a consumirse, a consumarse.
Así es,
Así va, conducido por la demencia,
Abanico de mi suelo, de mis pies en él.
            Infecundo, inmaculado,
Solo tu mano y mi mano acalambradas
En ovillo perpetuo,
Memoria tantas veces mancillada por el tiempo,
Por la oquedad de mi mente enfebrecida.
Solo el recuerdo de tus labios en mi oído,
Del calor de tu aliento en la nuca del deseo
Y de la estupidez más infinita.
Tal vez solo amo cuando no puedo decirlo,
Tal vez solo pudiste amar
A quien no se lo dijiste.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Como un Marcelino, pan y vino

  Como un Marcelino, pan y vino,
Como una inexperta conductora del vivir
Con el lustre de la devoción intacto,
Te miraba, arrodillada, ante tus clavos.
Tu dolor se agitaba con el mío y, así,
Me inundaba de alas blancas amigas
De rosas cucarachas,
De serpientes vencidas y arrinconadas.
Era la época de la bondad activa,
Del fiarse de un género que ha sucumbido a la codicia,
De las puertas sin cerrojos, sin pestillos
Y podía visitar tu casa sin permisos.
Mi corona de espinas quedaba abandonada a tus pies
Y la niña de dentro saltaba,
La niña de dentro estiraba su risa;
Tú siempre me esperabas, sin la mayúscula,
Jugábamos mientras el silencio y la soledad cálidos se abrazaban.
Nunca pensé en la madera de tus brazos, de tus abrazos,
Eras alma plasmada a mis ojos
Y la mía, nacía cada instante renovada, limpia, en cascada,
Precipitada a la mansitud, por ti.
Aún tengo tu mano en mi pelo,
     Tu nervio en mi labio.
 

lunes, 21 de marzo de 2011

Te despiertas eterno

 
Te despiertas eterno
Como el tiempo, como la voz del ser,
Y bajas en solemne paseo hacia la sal del azul;
Siempre estás ahí y, sin embargo,
Siempre te estás yendo, huyendo.
Te empujas a ti mismo en tu verborrea salvaje
Y no terminas de quedarte.
Pero te gozo al refresco de los álamos,
En la plétora de las risas de antaño
Cuando sobre tu lomo bailaba libre.
Solitario, en la quietud de los ocres,
Venerado al estío, esperado,
Sin desviar ni un ápice tu cauce
De una ribera languidecida;
Sin camuflar el gemido de las piedras
Que braman en la erosión de sus almas mientras se desgastan,
Mientras sus cantos se convierten en pluma
A ritmo de beso constante.
Ya no podéis ser amantes a oscuras
Gotas incestuosas que vagáis ciegas,
En el clítoris de vuestras hermanas.
Llegaron los pájaros y rompieron vuestra dicha,
Bebieron del vientre plano
Para saciar una sed de viajeros sin pausa
Y  pagaron con un batir de alas cantarinas.
Mientras discurres, absorto en tus acordes,
Miro la punta de tus dedos pulsando el ocaso.
Solo vienes un segundo en caricia mojada
A mi mano
Y ya tengo que despedirte, adiós aquí,
Más en tu germen llegas de nuevo,
Mi lágrima dulce,
Mi Jalón,
Gen de un pueblo al que atraes inmisericorde
Para brindar sus pies en sagrado sacrificio
Año tras año, generación tras generación.



sábado, 19 de marzo de 2011

Incendios de voces



Incendios de voces.
Incendios de pasos.
Cavernas bermellón de dispersa hemoglobina,
Negras, de noche marina derramada.
Mirada oblicua, húmeda mirada
Que atraviesa un estadio de derrumbe.
El tsunami de tus manos se ha ido;
Corrió a posarse entre muslos
Manchados de barro y desglose.
Cayó la arruga, el reborde,
Y el código de los arrozales quedó enterrado
Entre abigarrados escombros y cuerpos yertos.
Gambarimasu en coma, inconsciente.
La brecha del alma es mayor
Que la de esa carretera partida en dos abismos.
La brecha del cielo se hace inmensidad
cuando acoge tanto espíritu sorprendido
Penetrando en la ionosfera del suplicio
Y la desolación.
Incendios de voces.
Incendios de pasos.
Incendios de ojos sin pestañas.
Fuego mordiendo pétalos de carne abatida
Tras un estremecimiento.
                                                                                                

viernes, 18 de marzo de 2011

Me da coraje


                                                                           
Me da coraje no saber el color de tu alma,
Me da porque conozco el aroma,
El sentir, tu tacto, el recorrido
Que harán tus lágrimas al caer…
Y no le veo el color.
Poco importa cuando tanto conozco de ti.
Poco importa la miseria que portes,
Si es que alguna cabe en tu pecho,
Pero me da coraje,
Me da porque no quiero perderme ni un centímetro
Del preciado brillo que tu ser irradia.
¿Eres blanca? ¿Azul o rosa?
¿Amarilla como la estampa de un ocaso?
¿Verde y fresca como la hierba que unge mi frente
cuando el prado me aferra en sus brazos?
¿Eres violeta, corola viva de la flor de mi ventana?
Eres todos los tonos de la alegría,
Cualquier matiz que una amistad verdadera vierte.
Eres también incolora, transparente,
A través de ti veo todo tal como debo verlo,
Con la nitidez que da la mano siempre tendida,
Con el arrojo que se siente
Cuando te sabes besada constantemente
Entre pinturas, luces,
Y palabras escritas desde el aliento.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Andan las horas despacio



Andan las horas despacio,
No pueden tragar,
Llevan el llanto en la garganta
Y prefieren acostarse.
Andan despacio y perciben
El sonido de un violín en el páramo;
Saben que el aire desgarró la quimera,
La que aguardaba paciente
En algún roto del alma, colgando,
Peligrosamente viva.
Andan despacio y abofetean
Cúmulos de infestos sueños pasados y presentes
Sin remedio, sin voz,
Sin el tapón que retenía a la esperanza.
Todas las horas del tiempo andan, arrastras,
Tan lentas en su templanza
Que enfermo de dolor inanimado, mudo,
Con el semblante discreto
De una angustia con filo de oro.